En el marco del Día Mundial del Alzheimer, la Dra. Valeria Contreras, Neuróloga de Cosem, nos comparte una serie de recomendaciones para la prevención del deterioro cognitivo. Además, nos cuenta qué síntomas pueden indicar la necesidad de consultar a un especialista.

¿Qué olvidos son esperables y cuáles no?

Dificultades esperables:

Es normal que, con el paso de los años, se tarde más en aprender información nueva, haya dificultades para realizar varias tareas al mismo tiempo o para recordar nombres específicos. Sin embargo, estas dificultades son leves y generalmente compensadas por la experiencia vital. Es importante destacar que un adulto mayor normalmente no presenta deterioro cognitivo significativo.

Síntomas por los cuales consultar:

• Hacer preguntas o comentarios de forma repetitiva.
• Dificultades para orientarse en el espacio.
• Perder la noción de la fecha.
• Confusión con personas y lugares.
• Dificultad para manejar la medicación.
• Olvidar citas importantes, como los controles médicos.
• Dificultades para pagar las cuentas.
• Frecuente dificultad para encontrar las palabras correctas.

Los problemas de memoria pueden tener múltiples causas, como trastornos hormonales, depresión, efectos de medicamentos, entre otros. En algunos casos, el problema se puede tratar y mejorar. Sin embargo, otras veces, la causa es una enfermedad neurodegenerativa.

Es fundamental identificar la causa para determinar el plan de acción adecuado a seguir.

Medidas sugeridas en la prevención de los deterioros cognitivos:

• Tratar la hipertensión arterial, diabetes y dislipemia (colesterol elevado).
• Tratar la depresión.
• Evitar el consumo excesivo de alcohol.
• No fumar.
• Prevenir traumatismos de cráneo.
• Reducir la obesidad.
• Realizar actividad física regular.
• Usar audífonos en casos de pérdida auditiva.
• Controlar la visión y tratar los problemas visuales.
• Promover la educación continua.
• Evitar el aislamiento social y participar en actividades de interacción social.
• A personas con deterioro cognitivo leve o adultos mayores sin deterioro se les puede ofrecer entrenamiento cognitivo.

La detección temprana y la intervención oportuna pueden marcar una diferencia significativa en la calidad de vida de quienes enfrentan problemas de memoria y deterioro cognitivo. Mantener un estilo de vida saludable, estar atentos a los síntomas y buscar ayuda médica cuando sea necesario, son pasos esenciales para proteger nuestra salud cognitiva a lo largo de los años.