Salud al día

Puerperio

Autocuidado físico/emocional de la puérpera

Después del nacimiento de tu bebé, comienza el período conocido como puerperio.

El puerperio es una etapa de adaptación, en la cual transcurren grandes transformaciones a medida que te recuperas del parto y te adaptas a la nueva situación.

Dentro del período de puerperio se distinguen 4 fases:

● Puerperio inmediato: Primeras 24 horas posteriores al parto.
● Puerperio precoz: Desde el día 1 hasta el 10° día posparto.
● Puerperio tardío: Se extiende desde el día 11 hasta el 42.
● Puerperio alejado: A partir de los 42 días hasta el primer año.

Para que transites esta etapa de la mejor manera, te traemos una serie de recomendaciones, consejos y sugerencias que podrás aplicar en los distintos aspectos de tu vida cotidiana.

Alimentación

La alimentación durante el puerperio debe ser variada, equilibrada y moderada.

Se recomienda el consumo de alimentos ricos en:

● Calcio: lácteos
● Hierro: carnes, granos secos
● Proteínas: huevos, carnes y lácteos
● Vitaminas: frutas y vegetales frescos

Se sugiere que los alimentos sean:

● Frescos: dado que contienen más vitaminas, más minerales, presentan menos riesgos de estar rancios o dañados debido a condiciones inadecuadas de almacenamiento y además, tienen mejor sabor.
● Enteros: cereales integrales sin refinar(arroz, azúcar, harinas), ya que al refinarlos se pierde gran proporción de las vitaminas, minerales y fibra que contienen naturalmente los alimentos.

También es saludable que la alimentación se dé en forma ordenada, por tanto se sugiere separarla en 5 comidas diarias: desayuno, almuerzo, merienda y dos refrigerios en horarios regulares.

Consumos no recomendables:

● Alimentos elevados en grasas, azúcar o comida “chatarra” que no aportan a tu salud. Para eso es fundamental que limites aquellos productos con aditivos, preservantes y conservantes artificiales.
● Bebidas alcohólicas, drogas, cigarrillos, fármacos que no hayan sido recomendados por personal médico u otras sustancias.

Hidratación

La producción de leche requiere consumir mucho líquido, entre 2 y 3 litros diarios.

Es habitual que las lactantes olviden beber la cantidad necesaria de líquido, por eso te aconsejamos repartir botellas de agua por toda la casa, para tener al alcance. A su vez, podés establecer como rutina el consumo de un vaso de líquido luego de dar el pecho.

Ejercicio

El ejercicio después del embarazo puede hacerte sentir mejor, te ayudará en diferentes aspectos, por ejemplo:

● Mejorar el bienestar mental y la autoestima
● Perder peso
● Mejorar el estado cardiovascular
● Fortalecer y tonificar los músculos abdominales
● Aumentar el nivel de energía
● Reducir el estrés
● Mejorar el sueño
● Reducir los síntomas de la depresión posparto

¿Cuándo comenzar?

Tras un embarazo y parto vaginal sin complicaciones, generalmente es seguro comenzar a hacer ejercicio unas dos semanas después de dar a luz o cuando te sientas lista. Si fue realizada una cesárea o una reparación vaginal extensa el tiempo para iniciar los ejercicios será mayor. En todos los casos  recomendamos  hablar con el ginecólogo para saber cuándo comenzar un programa de ejercicios.

Recomendaciones 

Se recomiendan, al menos, 150 minutos por semana de actividad aeróbica de intensidad moderada. Para ello te sugerimos tener en cuenta las siguientes puntualizaciones:

● Tomate tu tiempo para precalentar y recuperarte luego del ejercicio.
● Comenzá lentamente y aumentá el ritmo de manera progresiva.
● Tomá mucho líquido.
● Utilizá un sostén firme y almohadillas de lactancia si amamantás, en caso de que los senos goteen.
● Dejá de hacer ejercicio si sentís dolor.

¿Cómo empezar?

Se sugiere que para el inicio se hagan ejercicios de baja exigencia, como por ejemplo una caminata diaria.

Si bien existen distintos tipos de ejercicios específicos para esta etapa, se recomienda consultar al ginecólogo cuál es el más adecuado y en qué momento empezar.

Salud bucal

Es probable que durante el embarazo el desequilibrio hormonal cause algunas patologías en la boca, como por ejemplo:

● Gingivitis: inflamación o sangrado de las encías.
● Granuloma del embarazo: crecimiento abultado en la zona interdental con tendencia a sangrar si se manipula.

También existen causas que facilitan la aparición de caries durante el embarazo:

● Erosión del esmalte a causa de los habituales vómitos de la madre gestante.
● Cambios en el grado de acidez de la saliva.
● Ingesta de azúcares.

Es fundamental que mantengas una higiene bucodental exhaustiva y adecuada tres veces al día, asegurándote de eliminar la placa bacteriana de los espacios interproximales con ayuda de sedas, cintas o hilos dentales.

Recomendamos que realices una revisión general con un odontólogo luego del parto, para que diagnostique el estado de tu boca y poder iniciar el tratamiento lo antes posible de ser necesario.

Autocuidado emocional 

El embarazo y el parto son etapas de vulnerabilidad emocional, en las cuales es necesario adaptar las actividades habituales con la nueva realidad que significa el cuidado de tu bebé.

Un 20% de las mujeres pueden sufrir depresión postparto, en general es leve, transitoria y desaparece espontáneamente a las 2 semanas.

La depresión postparto puede ser definida como la falta de ánimo para enfrentar el cuidado del recién nacido y el resto de las actividades de la vida.

Sexualidad y anticoncepción


Luego del nacimiento, el deseo sexual puede verse disminuido.

Este aspecto tiene implicancias físicas pero también psicoemocionales, vinculados a las exigencias en cuanto al cuidado del bebé y expectativas de inclusión familiar y social de cada mujer.

Este aspecto no suele tener un espacio específico en el cual evacuar las dudas, lo que lleva a que en la mayoría de los casos se retrase aún más el reinicio de una sexualidad placentera.

Es importante tener en cuenta que comenzar la actividad sexual coital mientras aún se tengan loquios puede elevar el riesgo de infecciones uterinas, por lo que se sugiere abstenerse durante este tiempo.

Posteriormente, podrá decidir cuándo recomenzar las relaciones sexuales con coito, recordando que es conveniente haber elegido un método anticonceptivo previamente, ya que si bien es poco común que la mujer en lactancia ovule en los primeros tres meses de puerperio, esta posibilidad puede ocurrir.

La indicación del método anticonceptivo más apropiado para cada paciente debe ser realizada por su ginecólogo. Hasta tanto, se recomienda utilizar métodos de barrera.

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